El vocabulario del agua

Sabemos que la actividad humana tiene un impacto directo en los recursos naturales, así como en las plantas, con las que compartimos la Tierra y con los ecosistemas dañados, el cambio climático, las especies en peligro de extinción, la supervivencia de la vida silvestre en áreas desarrolladas, etc., nos empujan a cuestionar la relación entre los seres humanos y otras formas de vida.

El agua es esencial para la vida de todos los organismos vivos, sin embargo abordando un amplio espectro de cuestiones convincentes, el agua se ha convertido en un gran desafío mundial de nuestro mundo actual.

El agua es un material intrigante en el arte contemporáneo, actúa como un vocabulario el cual ejemplifica y articula.
En su variadas y matizadas manifestaciones, el agua abre las condiciones de la contemporaneidad, ofreciendo una ontología del presente, pues el agua en las obras de arte presenta el fluido de nuestra era. Las obras de Mariángeles Blanco documentan e interrogan su superficie, muestran y capturan sus movimientos.

Vandana Shiva, la filósofa y escritora india, cita nueve principios básicos de la democratización del agua:

1. El agua es el regalo de la naturaleza
2. El agua es esencial para la vida
3. La vida se interconecta a través del agua
4. El agua debe ser libre para las necesidades de sustento 5. El agua es limitada y agotable
6. El agua debe ser conservada
7. El agua es un bien común
8. Nadie tiene derecho a destruir
9. El agua no puede ser sustituida

El agua ha jugado un papel fundamental en el desarrollo de las primeras civilizaciones y sus ciudades, que se extienden a lo largo de los grandes ríos, lugares estratégicos debido a la fertilidad del suelo, la facilitación del transporte y, por lo tanto, resultó esencial para la agricultura, la pesca y la recolección. Esta configuración generó una estructura social más compleja, dirigida a la gestión del comercio e intercambio, así como posibles conflictos vinculados a los recursos. El agua también aseguró la construcción y manejo de sistemas para proveer riego y prevenir inundaciones.

La conciencia de que el agua es esencial para que la vida florezca se encuentra en todas las civilizaciones. Su importancia se ha reconocido desde los primeros tiempos identificados como uno de los principales elementos constitutivos del universo, y asignó importantes elementos simbólicos y espirituales.

Para los sumerios, por ejemplo, la palabra “a” significa tanto “agua” como “generación”. En algunas religiones, el agua se convirtió en un símbolo de renacimiento y gracia divina.

Y sin embargo, a pesar de su multiplicidad -y en parte por ello- el agua en las obras de la artista actúa como un vocabulario afectivo que materializa las condiciones de la contemporaneidad.
Hay algo en la naturaleza del agua que capta poderosamente la dinámica y las condiciones de nuestra era actual. Como un material, el agua es un líquido transparente tan omnipresente y fundamental que a menudo lo toman por ello. Un compuesto simple de hidrógeno y oxígeno, es la esencia de nuestra supervivencia y requerido por toda la vida conocida.

Nuestros cuerpos están hechos de 70 % de agua, como es nuestra tierra.
El agua es difícil de alcanzar. No puede hacer la misma secuencia dos veces o fijarla. Es por naturaleza un constante flujo y transición. Siempre es lo mismo, pero siempre diferente también. El agua circula continuamente. Un movimiento por debajo y por encima de la tierra, llenando las brechas entre los continentes. Es a la vez la inmensidad de un panorama oceánico y diminuto.
El detalle de una sola gota puede ser una forma completamente dependiente, su forma puede estar determinada por su recipiente. Otras veces determina las formas de sus alrededores, formando nuevas rutas a través de llanuras inundables.

Como tal, el agua es tolerante y complaciente.
Como tema, el agua también se sostiene y se mantiene dentro de una amplia gama de referencias y asociaciones,;el filósofo Iván Illich observa: “El agua tiene una habilidad casi ilimitada para llevar metáforas”. El agua es un espacio liminal que nos confronta con nosotros mismos, Planteando preguntas fundamentales sobre quiénes somos.

Por estos y otros motivos las obras expuestas están realizadas con el material artístico más acuoso de todos, la acuarela.
Ya sea una sola gota, o un océano rugiente, el agua tiene la mismas propiedades fundamentales: dos partes de hidrógeno y una parte de oxígeno.

Es omnipresente y esencial, siempre lo mismo pero siempre diferente.

El agua es una proyección de luz en una pared, como los videos expuestos, mostrando un simple recorrido, agua tranquila y turbulenta, un respiro y una amenaza, una superficie ondulada y un vacío tridimensional.

¿Qué hace el agua en el arte de hoy?, esto irremediablemente lleva a investigar las formas en que el agua podría materializar su condición contemporánea.

Seguimos el agua de cerca, como un material del milenio y un vocabulario del ahora a través de las obras de Mariángeles Blanco.

En el arte contemporáneo, el vocabulario del agua materializa las complejidades y dinamismos de nuestra era contemporánea. Captura y revela la turbulencia y la incertidumbre precaria, la aceleración de la complejidad, su diversidad, la posibilidad sublime.

Lo que hay en el mundo, lo que es estar en el mundo y lo que está por venir.

Marcelo Gutman